Entrevista a Isabel Torres, propietaria de Tintorería Torres, realizada por la revista Mundo T&L. A continuación pueden ver la entrevista publicada:

Ha sabido reinventar de alguna forma la tintorería de barrio basándose en una fórmula simple: mantener el concepto tradicional del negocio e introducir ideas innovadoras como, por ejemplo, exponer en el escaparate las prendas de su clientela como si de una boutique se tratase. Torres señala también que la diferenciación se extiende por el legado familiar que representa su tintorería: "Son 30 años los que llevo ejerciendo esta profesión sin escatimar esfuerzos y ofreciendo lo mejor de mí al cliente ¿El secreto de mantenerse? La ilusión por mi oficio y la lucha por contagiársela a mi personal".

Asegura que no han sido pocos los que han traído prendas desde muy lejos porque un día al pasar les ha llamado la atención la ropa de fiesta exhibida y han querido probar sus servicios. De hecho, incluso puede llegar a confundir a vecinos que se acercan preguntando: "¿Trabajáis con ropa normal? Por supuesto que sí, responde inmediatamente Isabel". "Ante todo, me considero una especialista en el campo, que busca las mejores soluciones y un buen acabado para todas las prendas que me confían".  "En un principio, todas las prendas las lavo en seco porque es mejor para la ropa y conozco todos los detalles del proceso; solo lavo en agua, siguiendo mi criterio profesional, si en seco no he obtenido el resultado deseado". Destaca también porque una gran parte de los servicios que realiza corresponden a vestidos de novia y de gala, los cuales, no cabe duda, conllevan una mayor complejidad en las tareas de lavado. "Los de novia son realmente muy difíciles, demandan mucha atención y es una tarea muy laboriosa.

Yo dedico mucho tiempo a estas prendas porque soy, ante todo, exigente conmigo misma y siempre quiero brindar el mejor resultado posible a mis clientes", incide Isabel, destacando la entrega absoluta a su trabajo. Y es precisamente esa filosofía la que ha llevado a Tintorería Torres donde está, permitiéndole no solo mantenerse sino ir creciendo día a día.

Es la experiencia uno de los aspectos más importantes a la hora de ofrecer un buen servicio, pero también lo es el saber adaptarse a cada tiempo, siendo la formación una de las claves del éxito de cualquier actividad. "En mi caso, realizo cursos continuamente. Desde que me puse al frente de la tintorería con 16 años para ayudar a mis padres, no he parado de formarme en ningún momento". Tantos años trabajando en la tintorería han convertido a Torres en una gran experta en manchas: "Hoy en día, con solo ver la mancha ya sé si se podrá quitar o no". Y es que, nos comenta que determinadas sustancias y, tras el paso del tiempo, son prácticamente imposibles de eliminar. Y también conoce a la perfección la idiosincrasia de cada tejido: "Los más delicados son la organza, la seda y la gasa; debido a su composición puede abrirse el tejido por el uso".

Mundo T&L